viernes, 20 de julio de 2012


El Camino de Santiago: fe y tradición
     Revista Sala de Espera - MIÉRCOLES, 04 DE JULIO DE 2012 08:07  
Por Neyda De Arcos A.

Camina, / Naciste para el camino.
Camina, / Tienes una cita
¿Dónde? ¿Con quién? / ¿Quizás contigo mismo?”
Poema del Peregrino. Anónimo 
El viaje para visitar lugares sagrados es común en todas las religiones. Tal y como ocurre en la gran mayoría, existen puntos que coinciden entre creencias que están separadas por miles de kilómetros y donde el impulso general de las peregrinaciones forma parte del sentimiento religioso. El peregrino tiene fe en ese lugar, cree que allí existe una presencia especial de la divinidad, ya sea directamente o a través de un profeta o un santo. Estudiosos han afirmado que el ser humano es sensible a los lugares sagrados, pero más allá de esto, lo que más ha movilizado -y movilizará- al peregrino es la fe.
En toda orientación religiosa, existe ese fervor por visitar aquellos recintos sagrados donde hicieron vida y padecieron los grandes representantes de la divinidad en la tierra. En el caso cristiano, una de las principales peregrinaciones es la del Camino de Santiago, cuyos inicios se mezclan entre la leyenda, el mito, la tradición y el misterio.
Campo de estrellas
Cuenta la leyenda que Iacobus (Jacobo o Santiago el Mayor), luego de una larga evangelización que lo llevó a recorrer gran parte del territorio que hoy conocemos como España, fue preso y torturado por Herodes Agripa, quien le prohibió la debida sepultura. Sus discípulos llevaron el cuerpo hasta las costas gallegas en una barca de piedra que apareció misteriosamente cuando necesitaban trasladarlo a un lugar que no fuera profanado. Hallaron el espacio apropiado cerca del bosque y allí quedó la tumba de Santiago.
Ocho siglos después de la muerte del apóstol, un ermitaño llamado Pelayo caminaba entre los árboles y vio que sobre un montículo brillaban pequeñas luces que parecían flotar en el aire al tiempo que le pareció escuchar voces celestiales. Se lo comunicó al obispo de Iria Flavia (nombre de la provincia romana en tierras gallegas) quien luego de dirigirse al sitio descubrió la tumba sagrada entre lo que fue un cementerio romano. Una vez conocida la noticia de que se había encontrado la tumba de Santiago, se dio la primera peregrinación del Rey Alfonso II el Casto con toda su corte. Este primer peregrino mandó a construir una pequeña iglesia en el lugar que llamaron Campus Stellae(Campo de estrellas), lo que devino luego en Compostela, donde se encuentra hoy en día la gran catedral, donde se dice, descansan los restos sagrados del Apóstol.
Así, el camino de Santiago se transformó en el camino que recorren los peregrinos procedentes de todas partes del mundo para llegar a Compostela, donde se venera la conocida tumba. Con el hallazgo de tales reliquias, Compostela se convirtió en un centro de peregrinaje importante donde acude gente de toda clase y de todas partes en busca de un “más allá” de lo cotidiano. En un principio, la peregrinación no sólo llevaba a los restos del apóstol, sino que llevaba al lugar en el que se creía estaba la entrada al más allá, al fin del mundo, a Finisterre, (el fin de la tierra o Fisterra, su nombre actual), puesto que todo el que llegaba hasta allí, experimentaba un cambio trascendental en su vida.
Rutas principales
Finisterre o Camino Primitivo
Esta ruta comienza en Oviedo. Atraviesa Lugo y cruza parte de Asturias y La Coruña, para llegar a Compostela y finalmente a Fisterra. Al principio tuvo gran importancia, pero la perdió cuando se reconquistaron las tierras del Camino francés. Es una travesía dura pero de gran belleza. La topografía es boscosa y húmeda, rodeada de árboles y lugareños dispuestos a ayudar al peregrino y darle lo principal: cobijo, comida y empuje, si lo necesita. Antiguamente, los celtas transitaban este camino, hacían ritos al sol en el acantilado de Finisterre donde quemaban sus ropas como símbolo de muerte y renacimiento. Algunos peregrinos mantienen esta tradición.

Camino del norte o de la costa
Nace en Irún (Guipúzcoa) y se extiende a lo largo de la Costa Cantábrica, recorriendo el País Vasco, Cantabria y Asturias, para cruzar Galicia a través de Lugo y La Coruña. Debido a su dureza, no ha alcanzado la importancia de otras rutas, aunque sigue siendo muy transitado actualmente. Dicen que es una de las rutas más bellas y emocionantes de todo el Camino de Santiago, precisamente porque en su mayor parte discurre entre la montaña y el mar. Entre el horizonte marino y las hermosas tonalidades verdes de las montañas, es un paisaje que seguramente ningún peregrino olvidará.

Camino Francés
Es el más conocido, comienza en Roncesvalles (Navarra), atraviesa Pamplona, Burgos, León, Ponferrada y Sarria, hasta llegar a Compostela. Es uno de los más largos, comprende un trayecto de 760 kilómetros. Cada vez son más los aventureros que se disponen a iniciar la peregrinación 25 kilómetros antes, en St. Jean Pied de Port. De variante geografía, más dura al principio con largas y extensas llanuras a su mitad y con uno de los puntos más emocionantes del viaje: la llegada al Monte de Gozo, desde donde se aprecia toda la belleza y magnificencia de la ciudad compostelana.

Camino de la Plata
Une a Sevilla con Compostela a través de una serie de calzadas romanas que atravesaban el país del sureste al noreste. Recibe este nombre como derivación de la palabra árabe balaty, que significa “camino empedrado”. Cruza Badajoz y Cáceres para pasar a Castilla y León por Salamanca, luego se introduce en Galicia a través de Ourense, Pontevedra y La Coruña. Actualmente es de poca afluencia, pero antiguamente era muy transitado.

Camino portugués
Parte de Lisboa, pasa por Coimbra y Oporto, hasta llegar a Pontevedra y finalmente a Compostela. Está lleno de capillas, conventos y hospitales. Se dice que este camino sigue la ruta de la Barca de piedra que ayudó a los discípulos de Santiago a llegar a la ciudad de Compostela donde se le dio sepultura al apóstol. Dicen que es una de las rutas más duras al tiempo que hermosas, tanto por sus paisajes como por su exigencia física.
Existen otras rutas que conectan con el Camino Francés, pero lo importante es que todas llevan al mismo sitio: Compostela, ciudad donde descansa el apóstol. Si bien el más conocido es el francés, el Gobierno español está buscando rescatar el resto de las rutas para reforzar el turismo y para dar a conocer aún más el Camino de Santiago.
A manera de recomendación
Hay una serie de tips básicos que cualquier persona que tenga en mente realizar el camino, debe tener en cuenta.
Tener buena condición física. Se debe entrenar previamente, haciendo caminatas de por lo menos 5kms al día.
Decidir si se realizará a pie, a caballo o en bicicleta. Esto es importante para organizar un itinerario.
Se llevará estrictamente lo necesario: lo mejor es un bolso donde quepa lo imprescindible como bolsa de dormir, mudas de ropa, kit de primeros auxilios, entre otros.
Decidir la ruta más acorde con los gustos del peregrino, así como la elección de la estación más idónea. Primavera y verano son las más recomendables, tanto por su afluencia como por el estado del clima.
La elección del bastón: de suma importancia para evitar caídas y para tener un punto de apoyo extra.
Tener tanto la credencial como la vieira a mano, símbolos que te identifican como peregrino para que obtengas descuentos en los hostales y demás comercios que puedas encontrar en el camino.
Para ti, futuro peregrino
La recomendación más importante es saber por qué se quiere ir. Si bien es una ruta que también es utilizada como práctica deportiva, no es recomendable hacerlo si no se tienen claros los motivos. Es una ruta dura, de incomodidades, de tiempo con uno mismo y con los demás, donde el móvil no debería ser la competencia con otros peregrinos o el simple cumplimiento de las etapas. No eres tu quien va a meterse en el camino, es el camino que va a entrar en ti.
Hay muchos motivos para recorrer el camino: desde personales y religiosos, hasta deseos de conectarse con la naturaleza y el deporte. Pero si lo tomas como algo espiritual, el elemento más importante es la fe. Este es el ingrediente principal a la hora de emprender cualquier ruta iniciática que conlleve a una transformación, independientemente de tus creencias.
Las declaraciones de aquellos que ya han recorrido los pasos del apóstol nos hacen coincidir en un mismo pensamiento: el peregrino debe abrir el corazón, tener el valor de enfrentarse a sí mismo y ver con ojos de El Principito el mundo que lo rodea, que luego del camino, ya no será el mismo.
Así que, para todos aquellos peregrinos (el que fue y regresó, el que aún no ha ido pero que ansía ir, y el que fue y regresará) te deseo un buen camino siempre; que el acantilado de Finisterre sea testigo de un renacimiento al quemar tus ropas bajo la luz del crespúsculo y que siempre tengas la fuerza de decir “¡Ultreya!” (más allá, sigue adelante) cuando caiga la noche oscura.
Para ti, peregrino, buen camino.
Curiosidades
Santiago fue apodado por Jesús como “el hijo del trueno” por su temple y gran carácter.
El saludo antiguo entre los peregrinos era Ultreya, (“vamos más allá” o “sigue adelante”), los otros peregrinos respondían con Et suseia (“y vamos más arriba”). Parece ser que antiguamente los peregrinos se saludaban diciendo “Ultreia, suseia, Santiago” (“Ánimo, que más allá, más arriba, está Santiago”). Actualmente se utiliza ¡Buen camino!
La vieira o venera es símbolo del peregrino porque le salvó la vida a un caballero que se adentró en el mar, intentando ayudar a la tripulación de una barca destinada al naufragio. Éste comenzó a hundirse hasta que, gracias a las vieiras adheridas a su armadura, flotó nuevamente a la superficie y logró salvar su vida.
El camino de Santiago fue declarado Patrimonio mundial de la Humanidad en 1993.
Un crucero o cruceiro, común a lo largo del camino, es una cruz de piedra construida sobre un pilar, situado en un lugar público, principalmente en encrucijadas o cruces de caminos, como símbolo de protección. Tenemos uno en Caracas, en el Parque de La Paz.
Peregrinación por la paz
También en Caracas tenemos una versión del Camino de Santiago. Magdalena Calvo e Isolda de Salvatierra tuvieron la idea de rescatar la fe por Santiago de Compostela en abril del 2006 luego de experimentar el camino y disfrutar de la ciudad compostelana durante dos meses. Fue la devoción del peregrino el primer impulso para fomentar la ruta en Caracas, así como la necesidad de paz tanto en el país como en el mundo. De allí que se llamó Peregrinación por la paz. Se realiza todos los sábados siguientes a la fiesta del apóstol, que se celebra el 25 de julio cada año. Este año se realizará el 28 de julio.

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