Testimonio de Fraternidad
Distinguido amigo:
A ti,
que te entusiasma la aventura, te comento el testimonio de una venezolana quien hizo el camino en España.
Como es tradición el Camino de Santiago se realiza por diversas rutas y de
acuerdo a la decisión de cada
participante de hacer el recorrido por alguno de los trayectos en el Sur de
Francia, por las Vías de Arles, de Le Puy, Vézelay, Tours, Piamonte o también
los caminos de España, Aragonés, Navarro
y un único camino a Compostela que consta de treinta etapas que se inicia en
Puente de la Reina hasta el camino Pedrouzo en Santiago de Compostela. Lo
puedes realizar a pie, en bicicleta, en burro o a caballo. ¡Qué espectacular y original!
Ahora bien, al hablar de amor, abro
un espacio motivador para presentarle a mi hija Adnaloy quien es médico y quiso hacer el Camino de Santiago. Su
inquietud la llevó a buscar información, estudiar el recorrido, asesorarse
sobre todo lo necesario para subsistir
en el camino;
decide hacer uno de los trayectos del camino francés, se va con una amiga Piedad una enfermera que se dedica a trabajar
a domicilio con pacientes terminales y
con grandes deseos de lograrlo.
Parten desde Madrid, toman el tren, su
primer recorrido de ocho horas para dar inicio a su peregrinación desde Sarria,
allí comienzan su peregrinaje; etapa de cinco días, itinerario que deben
preparar: con mapa en mano, contactar pensiones, hostal, tomar algunas
previsiones, mochila, ropa ligera, un pequeño botiquín médico, sin descuidar vaselina
para los pies, detalle que les sugieren para su caminata. Todo esto, sin
olvidar pasar por la Parroquia de Santiago y San Juan Bautista al salir del Metro
Opera y retirar sus credenciales y poner
salida y llegada a su mundi camino de 110 Km. una ruta corta…
De allí que, vamos a acompañar
imaginariamente a esta peregrina y su compañera, quienes ya se adentran en la
ruta hasta Porto Marín. Comienzan en
fraternidad con su vara en mano, bien dispuestas se van aproximando a través de
la vega sarriana; cruzan varias aldeas, disfrutan el prado, áreas de cultivo,
tramos empedrados, van felices, deben hacer una parada para comer y reponer
fuerzas y allí su primer obstáculo, mientras comen y charlan tranquilamente
alguien toma prestado el bastón de marcha de Adnaloy y ¿qué voy a hacer ahora?
-se pregunta. Contrariada le comenta al dueño del local lo sucedido y le regala una vara de madera bastante más
pesada que la que perdió, pero como hay que seguir debe afrontar con valor este
primer inconveniente y continuar hasta Porto Marín adonde llegan tras enfrentar
las inclemencias del sol; después de ocho horas de caminata, deciden descansar en la
posada: “Teodora” y salir a comer unas deliciosas raciones de pulpo a la
gallega muy bien acompañadas de una refrescante clarita. Me cuenta que el
recorrido invita a la reflexión, el ambiente se torna propicio para revisar su
mundo interior, mantener la motivación y
su próximos retos la segunda, tercera, y
cuarta etapa en cada amanecer. Deben
descansar, tomar sus alimentos y prepararse porque les esperan nuevos días de
expectativa.
Buscan
hospedaje en otro hostal de cada lugar lleno de eucaliptos y pinares; bosque de
toda esa provincia coruñesa, con un agotador rompe piernas, entre villas se
prolonga una montaña de río a río. Así transcurren sus cinco días con descanso,
caminatas y revisión de su vida personal.
Por
esta razón de llegar, esa constancia y ganas, alcanzan su meta: “Santiago”, una hermosa ciudad donde se
vive con fervor el ritual del peregrino: abrazar el Santo, conocer su tumba,
participar de la confesión y eucaristía. Feliz por llegar a su término, que le colmaba
de paz, encuentra de nuevo a su compañera porque van a su ritmo, felices se abrazan, emprenden su regreso con
seguridad. Mi hija renovada, llena de luz, que encontró en el camino, la lleva
a su mundo familiar, profesional, social. Los va invitando a todos a unirse a
ese evento espiritual especialmente a mí, a quien me lleva a participar de su
vivencia y fuimos en carro en familia y siento la necesidad de compartirlo con
la humanidad. Confirmación de fraternidad, amor a tu familia, al prójimo como nos enseñó Cristo
Jesús.
Como
resultado de ese esfuerzo, en mi visión como madre quiero dejarte, hija mía un
reconocimiento por tu decisión, talento, vocación, cercanía, amor a la
humanidad y públicamente dejo un
registro de valores: amorosa, valiente, emprendedora y ubicada en el
aquí y ahora. Con tu gesto de hacer extensiva tu vivencia a otros, encuentro
que una de mis semillas espirituales dio fruto en ti. Te amo ¡Estoy muy orgullosa de tu misión cotidiana
al servicio de los demás! Y las dos
tenemos ese nexo de unión el amor. Espero que tú amigo inquieto con quien comparto mi sentir te sumes a vivir una experiencia singular.
Por consiguiente, un gran motivo
personal mueve a muchas personas a esa caminata y tú lo puedes conocer aquí en
Venezuela en la ciudad que lleva su mismo nombre Santiago de León de Caracas. Un mini camino catorce kilómetros en la Parroquia María Madre del Redentor, Urb. Los Naranjos,
ven a participar de la VII Peregrinación por la Paz. También es la ruta de la amistad que te conduce al
amor a Dios.
Me despido de ti con la esperanza de encontrarte
en la fraternidad.
Afectuosamente,
Cofrade en
Caracas
Caracas, 14 de febrero de 2012
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