El camino de Santiago, indiscutiblemente es una experiencia única, aunque, dependerá de cada caminante lo que internalice sobre esta maravillosa aventura. Cuando se decide realizarlo, se da inicio a una gran preparación externa, se elige el calzado adecuado, la vestimenta y la mochila llena de objetos que pueden ser útiles en el trayecto; entretanto, y tal vez no tan consciente se inicia otro proceso paralelo y es el de mirarse adentro y ubicar las verdaderas razones que motivan la peregrinación; tal vez la más común es la búsqueda de el sentido de la vida que provea de paz y las herramientas psicológicas, espirituales y humanas para deslizarse por los distintos retos y desafíos con fluidez y al final ser felices.
El camino, como la vida misma está repleto de señales, de momentos, pensamientos, sentimientos, sensaciones, intuiciones y personas únicas que nos facilitan profundizar en nuestro “ser” y “crecer”. En este sentido, los caminantes son distintos, vemos aquellos sujetos que van de prisa para llegar rápido a la meta, pero ¿es el camino una carrera?, ¿cuál es el apuro?, deténgase un momento, respire, escuche la naturaleza, sienta la brisa en su rostro, disfrute el canto de los pájaros o el rostro de quienes caminan cerca, el calor humano que le rodea, esa magia que envuelve el camino o sencillamente descubra que usted existe, que es su mejor compañía y es que a veces ni nos percatamos que respiramos por correr en la vida.
En este sentido, la Cofradía del Apóstol Santiago en Caracas, les invita a experimentar una peregrinación singular que sin duda alguna la disfrutarán, asistan con sus familias el 25 de julio. Continuaremos informando sobre los detalles del evento y lo más importante, desde ahora inicie su preparación desde adentro hacia fuera para que advierta y sienta las señales del camino en su vida.
Por Franca Trezza - Cofrade -
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